Un descubrimiento arqueológico en el interior de un antiguo templo Tiahuanaco promete “reescribir la historia” y los especialistas esperan concretar pronto el hallazgo de “un entierro de un individuo importante".
El hallazgo de 17 vasijas ceremoniales, datadas entre el 300 y el 600 después de Cristo, en un templo de la ciudadela prehispánica de Tiahuanaco, en el Altiplano boliviano, abre una nueva página en la historia de ese sitio, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial desde el 2000.
Las piezas fueron encontradas el lunes pasado en el interior del templo de Kalasasaya, a 50 metros del monolito Ponce, uno de los tres monumentos que contiene el templo. Los expertos que han trabajado en su exhumación, que comenzó este miércoles, creen que podrían formar parte de una ofrenda realizada para un entierro de un personaje importante
"En el interior de una de las vasijas hemos encontrado carbón, indicio de un proceso ritual. A medida que vayamos avanzando en la investigación podremos confirmar si finalmente se trata de un entierro", afirmó Julio Condori, director del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiahuanaco (CIAAAT), tras la exhumación de las primeras vasijas.
El resto de las piezas se irán extrayendo más adelante, ya que "necesitan otros procedimientos para su exposición", según Condori. Además de carbón, en las vasijas se han hallado restos de pescado y huesos de taruca, una especie de venado originario de los Andes, señales que llevan a los expertos a identificar el hallazgo con un acto de carácter ceremonial.
"Estamos en un templo que siempre se ha creído que era ceremonial. La ubicación y disposición de la ofrenda nos dice mucho. Probablemente si seguimos bajando encontremos un entierro de un individuo importante", apuntó a la agencia Efe Miguel López Calleja, auxiliar de arqueología del CIAAAT. |